23. La orden de la madre y la transformación de Melanie


 

 

 

Jesús González Requena

Psicoanálisis y Análisis Textual, 2020/2021

2020-11-27 (4)

Universidad Complutense de Madrid

de esta edición: gonzalezrequena.com, 2021

 

  • La transformación de Melanie
  • La orden de la madre
  • Han perdido su camino en la oscuridad
     

     

     

     

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    La transformación de Melanie


  •  


    •Melanie: Well, I think I’ll go to sleep. It’s been a busy day.



    •Melanie: My luggage.



     

    Sólo ahora tenemos la palpable evidencia de que Annie se encuentra en el sillón que antes ocupara Melanie.

     


     

    Y es que el intercambio de papeles es ahora, en cierto modo, total, pues ese camisón es la marca del sometimiento de Melanie al mundo a la madre.

     

    Ahora bien, ¿por qué en el plano anterior Melanie ha salido de cuadro por un momento?

     


    •Melanie: Well, I think I’ll go to sleep. It’s been a busy day.


     

    Ello no era obligado.

     

    Hubiera bastado con que hubiera la cámara hubiera estado emplazada solo un poco más a la derecha para que el desplazamiento de Melanie pudiera haber sido seguido completo sin que esa salida fuera necesaria.

     

    Hay, desde luego, dos motivos.

     

    El primero, ubicar la puerta de la calle en la que en seguida sonará la llamada de los pájaros.

     

    El segundo, marcar con un suplemento de intensidad la transformación de Melanie.

     

    Una transformación que la pone en el mismo registro en el que ya encontráramos a Annie:

     


     

    Es decir: cada vez más abducida por el universo de Bahia Bodega.

     


    •Annie: That’s pretty.


    •Annie: Where’d you get that? Brinkmeyer’s?

    •Melanie: Mmm.

     

    Desde luego, el feo camisón procede de la tienda de Brickmeyer.

     

    Del mismo lugar donde Lydia compra el pienso para sus gallinas.

     

    Probablemente del interior de una de esas cajas que se veían tras Melanie, alineadas junto a las grandes caracolas.

     


     

    Buen momento este, digámoslo de paso, para insistir en la transformación de Melanie, pues su abrigo de visón se ve ya definitivamente sustituido por este camisón pueblerino.

     



    •Melanie: Do you think I should go?


     

    Cada vez se aproxima más y más Melanie a Annie:

     


     

    Y, a la vez, se desplaza lo suficiente como para que la puerta de la calle vuelva a verse completa.

     

    Por lo demás, en los dos planos que les muestro ahora se trata de la misma puerta, vista por fuera o por dentro.

     

    Y es patente que el ligero desplazamiento de Melanie que lo ha hecho posible recuerda otro que ya anotamos a propósito de Annie:

     


     

    En el interior como en el exterior, es la misma amenaza la que se dibuja, como podremos confirmar en seguida.

     



    •Annie: Well, that’s up to you.



     

     

     

     


    La orden de la madre

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    •Melanie: No, it’s really up to Lydia, isn’t it?

     

    Llegó la respuesta a la pregunta pendiente.

     

    Recuerden que les pregunté qué le había dicho Mitch a Melanie para lograr convencerla de que asistiera a la fiesta de Cathy.

     


    •Melanie: No, I wouldn’t want to disappoint Cathy, but…



    •Melanie: I see.

     

    Pues bien, aquí tienen la respuesta:

     



    •Melanie: No, it’s really up to Lydia, isn’t it?

     

    A mi madre le gustaría que vinieras -debió decirle Mitch.

     

    Y, así,

     


    •Melanie: I see.

     

    Melanie ve a Annie ante el tribunal de la madre.

     

    Y acepta gustosa su invitación.

     



    •Annie: Never mind Lydia.


    •Annie: Do you want to go?


    •Melanie: Yes.



    •Annie: Then go.



    •Melanie: Thank you, Annie.


     

     

     


    Han perdido su camino en la oscuridad

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    ¿Observan el cambio de posición de cámara sobre Annie?


     

    ¿Cuál es el motivo? Desde luego, adoptar una posición que permita seguir su desplazamiento hasta la puerta.

     

    Pero más que eso: hacer visible por primera vez el disco en relación con Annie, pero justo en el momento en el que lo que se escucha en la banda sonora es el golpe de la gaviota contra la puerta.

     


    •(Clattering)


    •Annie: Oh.

     

    De nuevo, nada de música, sino todo lo contrario.

     


    •Annie: Wonder who that can be.


    •Annie: Is someone there?

     

    ¿Hay alguien ahí?

     

    Como ven, es un golpe que Annie interpreta como una llamada.

     

    De modo que es también una llamada.

     



    •Annie: Who is it?

     

    ¿Quién es?

     


     

    La noche tiene ahora dos ojos en forma de ventanas que parecieran mirarlas.

     


    •Melanie: Look.

     

    Mira.

     



    •Annie: Poor thing.

     

    Pobrecita, dice Annie de la gaviota -pero podría estar hablando de ella misma, derrotada frente a la puerta de Lydia.

     


    •Annie: Probably lost his way in the dark.

     

    Pues, ciertamente, lo que de esa gaviota dice resulta igualmente apropiado para las dos mujeres que la contemplan -ambas han perdido su camino en la oscuridad.

     

    El caso es que esa gaviota se ha partido el cuello al chocar con la puerta.

     

    Se produce aquí, sin embargo, una patente incongruencia espacial que escapa al espectador:


     

    La cámara está más próxima a ellas en el segundo plano, pero el ángulo es bastante semejante, por lo que debería seguir viéndose tanto la casa de enfrente como la columna de madera del porche.

     

    Pero ambas han desaparecido.

     


    •Melanie: But it isn’t dark, Annie.



    •Melanie: There’s a full moon.

     

    No hay oscuridad, sino luna llena.

     


     

    Las miradas de las dos mujeres se encuentran. -Las meticulosamente alineadas nubes del fondo lo subrayan, trazando una línea que conecta los ojos de ambas.

     

    De modo que las dos mujeres comparten de nuevo, en el umbral de una puerta que se abre al vacío, una común interrogación difícilmente determinable.

     

    ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué las gaviotas se rompen el cuello contra las puertas?

     

    ¿Hasta qué punto alcanza la locura que reina en Bahía Bodega?

     

    Sigue el tercer fundido en negro del film.

     


     

    Concluye, con ello, el segundo día.

     

    De modo que, siguiendo la cronología de Psicosis, es ya día 12: el día de la muerte del padre.

     

     

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