El punto de vista en el texto audiovisual

Jesús González Requena
Universidad Complutense de Madrid
de esta edición: gonzalezrequena.com, 2015

Este texto forma parte del proyecto de investigación
“Creación de una metodología de análisis y cuantificación
del punto de vista visual en los textos audiovisuales”
que desarrolla el grupo de investigación de la UCM
Análisis del texto audiovisual.
Desarrollos teóricos y metodológicos
2014 – GR2/14

 


Punto de vista narrativo, visual y auditivo

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La mayor parte de las investigaciones existentes en el campo del estudio de los textos audiovisuales, fuertemente influidas por los estudios literarios, tienden a ignorar unas veces o a no diferenciar con precisión otras los tres ámbitos en los que, en los textos audiovisuales, se construye el punto de vista: el narrativo, el visual y el auditivo. Y, sin embargo, es esta una diferencia crucial especialmente -pero no exclusivamente- en el ámbito de los textos de ficción, dado que en ellos es perfectamente posible -y de hecho sucede con frecuencia- que en una misma escena se manifieste una neta disociación entre estos tres planos, de modo que se adopte simultáneamente el punto de vista narrativo de un personaje, el punto de vista visual de otro y, aún, el punto de vista auditivo de un tercero.

Se trata, en suma, de tres aspectos de modalización de lo narrado por la vía de su focalización a través del saber, la mirada o la escucha de determinada instancia narradora o de determinados personajes de la narración.


El punto de vista narrativo

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El punto de vista narrativo viene determinado por la relación entre la información relativa a los aconteceres de la narración de la que el espectador dispone en cada momento del devenir del relato y la información con la que cuentan los diversos personajes implicados en el mismo. Lo que, en términos prácticos, puede formularse a través de las preguntas: ¿qué sabe en cada momento el espectador de los sucesos narrados? ¿Con quién comparte ese saber?


Punto de vista visual y punto de vista acústico

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Por el contrario, los puntos de vista visual y acústico vienen determinados por la relación entre la información visual o acústica relativa al universo narrativo y a sus aconteceres de la que dispone el espectador en cada momento del devenir del relato y la información visual o acústica con la que cuentan los diversos personajes implicados en el mismo. Lo que, en términos prácticos puede formularse a través de las preguntas: ¿qué ve el espectador de los sucesos narrados y del universo en el que tienen lugar? ¿Con quién comparte la mirada o la audición?


El punto de vista visual

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La puesta en escena determina el tipo de configuración visual por la que el conjunto de acontecimientos que constituye una narración audiovisual es ofrecido al espectador, visualizado para su mirada.

Ello plantea, necesariamente, la cuestión del tipo de relación que la mirada del espectador, tal y como es configurada por la puesta en escena, establece con respecto a las miradas de los personajes de la narración.

Así, si es posible una configuración visual de la escena alejada de los puntos de vista de los personajes, lo son igualmente otras que movilicen, con mayor o menor intensidad, los de unos u otros personajes.

Los planos subjetivos y semisubjetivos, aparecen entonces como los operadores textuales que permiten la articulación de los puntos de vista de los personajes del relato. Apoyados sobre los raccords de mirada, abren así dialécticas múltiples entre el personaje que mira y el objeto de su mirada, remitiendo así la visión del espectador a la del personaje que la localiza y ancla en el espacio de la secuencia.

Múltiples son, en este ámbito, las operaciones posibles, desde la ausencia del punto de vista en el ámbito de la puesta en escena hasta el trenzado visual de la escena como un constante remitir a unos y otros puntos de vista de los personajes que ésta actualiza, pasando, lógicamente, por la adopción sistemática del punto de vista visual de un sólo personaje, o por múltiples juegos de ambiguación a través del raccord de mirada a posteriori que, como variante del raccord de aprehensión retardada, establecería a posteriori el carácter subjetivo o semisubjetivo de un plano. Y múltiples, todavía, las articulaciones posibles entre los puntos de vista visuales -en el ámbito de puesta en escena- y los narrativos -accesibles o inaccesibles.

(Montaje y punto de vista, en El ser de las imágenes. De la Teoría al Análisis de la Imagen: 1ª Parte. El Discurso Audiovisual y los registros de la Imagen, Capítulo 5: Puesta en Escena, www.gonzalezrequena.com, 2013)


El plano subjetivo

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  • Definición de plano subjetivo
  • El plano hipersubjetivo


    Definición de plano subjetivo


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    Habitualmente se define el plano subjetivo todo plano en el que el espectador percibe que la cámara se encuentra en el mismo lugar que un determinado personaje y cuyo campo visual ofrece lo que en ese momento ese personaje ve.

    Esta es, sin embargo, una definición restrictiva pues no abarca aquellos casos en los que el plano subjetivo responde no a la mirada de un personaje de la ficción, sino de una instancia de otra índole, ya sea interior al universo diegético -por ejemplo: una cámara presente en la ficción- o exterior a él -la mirada del cineasta y/o del espectador.

    Para corregir esta insuficiencia, definiremos como plano subjetivo todo plano en el que el espectador perciba que la cámara se encuentra en el mismo lugar que una instancia de visión y cuyo campo visual ofrezca lo que en ese momento esa instancia de visión ve.

    Si la instancia de visión es interior al universo diegético hablaremos de plano subjetivo homogéneo -al universo diegético.

    Si la instancia de visión es exterior al universo diegético hablaremos de plano subjetivo heterogéneo -al universo diegético.

    En los casos en los que la cámara muestra a un personaje que en ese momento mira a la instancia de visión cuyo punto de vista es suscitado, solo se reconocerán como planos subjetivos aquellos en los que la mirada de ese segundo personaje se dirija al objetivo de la cámara. En caso contrario, serán considerados como planos semisubjetivos.

    Para que un plano pueda ser identificado como subjetivo es necesario que sea introducido por raccord de mirada a priori o a posteriori, salvo que pueda identificarse como tal por la mirada a cámara de un determinado personaje o por la existencia de una indicación narrativa expresa que permita identificarlo como tal.


    El plano hipersubjetivo

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    Definiremos como plano hipersubjetivo aquel plano en el que el eje de cámara coincida con el eje de la mirada del personaje al que se atribuye, y en el que la escala sea mayor que la que lógicamente debiera esperarse de la distancia a la que el personaje se encuentra de lo que mira.

    Estos planos pueden ser considerados como subjetivos e incluso como subjetivos acentuados (hipersubjetivos) dado que expresan la intensa focalización del personaje en aquello que mira.


    Los planos semisubjetivos

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  • Plano semisubjetivo
  • Requisitos del plano semisubjetivo
  • Plano semisubjetivo y raccord de mirada
  • Plano semisubjetivo primario y secundario 


    Plano semisubjetivo


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    Definiremos el plano semisubjetivo como aquel que, sin ser subjetivo, presenta en sus rasgos mayores el contenido visual de lo que en un momento dado mira un determinado personaje y desde una angulación próxima a la de su mirada.


    Requisitos del plano semisubjetivo

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    Para poder reconocerse como semisubjetivo un determinado plano, este debe cumplir los siguientes requisitos:

    1. En un plano semisubjetivo el personaje que mira puede estar presente o no en el interior del plano.

    2. Si el personaje que mira está presente en imagen, el objeto de su mirada debe estar tan centrado o más en cuadro que él mismo.

    3. Si el personaje que mira no está presente en el plano, para reconocerlo como semisubjetivo es necesario que se dé un raccord de mirada a priori o a posteriori. (Para la aplicación de este criterio, véase la casuística relacionada en el epígrafe siguiente: Plano subjetivo y raccord de mirada.)

    4. La diferencia de angulación sobre lo mirado entre el personaje y la cámara debe ser menor de 90º.

    5. El personaje del que el plano es semisubjetivo debe contemplar el conjunto narrativamente relevante de la escena que el espectador contempla (que la cámara muestra).


    Plano semisubjetivo y raccord de mirada

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    A efectos de precisar la identificación de los planos subjetivos en las puestas en escena organizadas por montaje alterno en plano/contraplano (Plano 1 del personaje A / Plano 2 del personaje B / Plano 3 del personaje A / Plano 4 del personaje B …), estableceremos la siguiente casuística:

     

     


    raccord de mirada a priori y a posteriori

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    r = raccord
    A > B = A mira a B
    A >/ B = A no mira a B
    A >? B = se desconoce si A mira o no a B

    Caso 1: raccord de mirada a priori y a posteriori:

    Plano 1 de A

    r1-2: A>B (raccord apoyado en la mirada de A a B)

    Plano 2 de B

    Plano 3 de A

    r3-2: A>B

    El plano 2 será contabilizado como plano de punto de vista de A


    raccord de mirada a priori pero no a posteriori

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    Caso 2: raccord de mirada a priori pero no a posteriori:

    Plano 1 de A

    r1-2: A> B

    Plano 2 de B

    Plano 3 de A

    r3-2: A>/ B

    (En el comienzo del plano 3 A no está mirando a B)

    P2 será contabilizado como plano de punto de vista de A.


    raccord de mirada solo a posteriori

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    Cuando se consideran dos planos consecutivos en los que participan dos personajes (A y B) la ausencia de raccord de mirada puede significar dos cosas:

    a) que no sabemos, en el final del plano 1, si A está mirando a B:

    A>? B

    b) que sabemos, en el final del plano 1, que A no está mirando a B:

    A>/ B

    Caso 3 (a):

    plano 1 de A

    r1-2: A>? B

    plano 2 de B

    plano 3 de A

    r3-2: A> B

    P2 será contabilizado como plano de punto de vista de A

    Caso 4 (b):

    plano 1 de A

    r1-2: A>/ B

    plano 2 de B

    plano 3 de A

    r3-2: A> B

    P2 no será contabilizado como plano de punto de vista de A



    Plano semisubjetivo primario y secundario

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    Desde el momento en que en una escena se activen los puntos de vista visuales de dos o más personajes, deben considerarse dos situaciones diferencidas:

    1. Que la activación de esos diversos puntos de vista sea equilibrada, concediéndose la misma relevancia a cada uno de ellos.

    2. Que la activación de esos diversos puntos de vista sea desequilibrada, de modo que resulte privilegiado el punto de vista de un personaje frente a los puntos de vista de los otros personajes presentes en la escena.

    Para rendir cuenta de esas diferencias distinguiremos entre planos semisubjetivos primarios y planos semisubjetivos secundarios.


    Plano semisubjetivo de dos personajes

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    Cuando un determinado plano es identificado como semisubjetivo de dos personajes en condiciones de igualdad, este plano será considerado como plano semisubjetivo primario de cada uno de los personajes.

    Si, en cambio, se da una situación de desigualdad, de manera que lo mostrado corresponde más a la mirada de uno de los personajes que a la del otro (ya sea por angulación, escala, etc), tal plano será considerado plano semisubjetivo primario del primer personaje y plano semisubjetivo secundario del segundo personaje.


    Plano / contraplano

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    Igualmente, cuando una escena está articulada en una serie de planos/contraplanos de dos personajes (Plano 1 de A, Plano 2 de B…) y cada plano de un personaje reúne los requisitos que permiten identificarlo como plano semisubjetivo del otro, los planos serán considerados semisubjetivos secundarios de ambos personajes cuando los puntos de vista de ambos personajes sean activados en condiciones de equilibrio de modo que la intensidad del punto de vista de ambos personajes pueda considerarse equivalente.

    Si, por el contrario, se privilegia el punto de vista de un personaje sobre el del otro (es decir: cuando el Plano 1 corresponde más a la mirada de B de lo que el Plano 2 corresponde a la mirada de A -ya sea por la distancia o la angulación (en horizontal o vertical)-, aún cuando ambos sean semisubjetivos) los planos semisubjetivos del primer personaje serán considerados primarios y los del segundo secundarios.

    Por tanto, en una situación de plano/contraplano, será necesario establecer, para cada plano semisubjetivo de un personaje, si hay un plano semisubjetivo equivalente del otro personaje que le preceda o le siga (y entonces ambos planos semisubjetivos serán identificados como secundarios) o si no lo hay, y en tal caso el primero deberá ser considerado plano semisubjetivo primario y el segundo plano semisubjetivo secundario).