22.Juegos sadomasoquistas – La llamada de Mitch


 

 

 

Jesús González Requena

Psicoanálisis y Análisis Textual, 2020/2021

2020-11-27 (3)

Universidad Complutense de Madrid

de esta edición: gonzalezrequena.com, 2021

 

 

  • El círculo en el que Annie está atrapada
  • Un combate narcisista
  • El goce perverso de Melanie
  • Angry y hungry
     

     

     

     

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    El círculo en el que Annie está atrapada


  •  



    •(phone ringing)


     

    Cuando suena la llamada de Mitch Annie repite su desplazamiento por la habitación hasta su mesa de trabajo:

     


     

    Buen recurso este de puesta en escena para dibujar el círculo en el que está atrapada la vida de Annie.

     

    Y por cierto que de nuevo Hitchcock utiliza este desplazamiento para mostrar la angustia en la que vive y que intenta disimular con su gesto impasible.

     


     

    Aquí lo tienen; podría echarse a llorar en cualquier momento.

     


    •Annie: Hello.



    •Annie: Hello.

     

    Su rostro se ilumina cuando escucha la voz de Mitch.

     

    Ciertamente, sigue prendada de él:

     


    •Annie: No,no,no, I wasn’t asleep.

     

    Ven su entusiasmo enamorado, solo un instante antes de recibir un nuevo golpe:

     


    •Annie: Yes, just a little while ago.

     

    Sí,
    hace solo un momento que ella ha llegado.

     

    Y el formato sadomasoquista de su relación con Mitch se vuelve ahora más patente que nunca.

     

    Pues es un gesto especialmente cruel el de Mitch de llamar a Annie para hablar con Melanie.

     


    •Annie: Sure. Hold on.


    •Annie: It’s Mitch.


     

    Y así, el tejido sadomasoquista de la escena se multiplica: humillada, maltratada por Mitch, Annie cumple la orden que ha recibido de ponerse al servicio de Melanie.

     


    •Annie: For you.

     

    A su vez, para Melanie, aceptar la llamada equivale a entrar en ese juego sadomasoquista.

     

    Y, más concretamente, participar en la humillación de Annie.

     

     

     

     


    Un combate narcisista

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    •Melanie: Hello?

     

    Han visto ese instante en el que por un momento se detenían ambas frente a frente:

     


     

    Vemos ahora, en la dureza de la mirada de Melanie, toda la arrolladora violencia que es capaz de desplegar.

     

    ¿Es un combate por un objeto o es un combate narcisista? ¿Y si para ellas, como para la propia Lydia, Mitch no fuera un objeto en sí -un objeto de amor- sino la coartada de un desafío narcisista, todo él desplegado en el campo de lo femenino?

     

    En un mínimo gesto de resistencia, Annie se interpone en el camino de Melanie hacia el teléfono obligando a ésta a rodearla.

     


     

    El caso es que, en lo que sigue, ambas mujeres, las dos Isoldas, se cruzan e intercambian sus posiciones.

     



    •Melanie: Hello?


    •Melanie: Oh, yes, this is Melanie.


     

    Melanie ocupa ahora el lugar en el que hace un instante se encontraba Annie.

     


     


     

    Supongo que se da cuenta de la ambivalencia de su nueva posición.

     

    Por una parte, se consuma su victoria sobre Annie -la ocupación de su territorio, la apropiación de su teléfono y, por esa vía, de Mitch.

     

    Pero conocemos la contrapartida de todo ello: la amenaza, para Melanie, de terminar ocupando esa posición hasta sus últimas consecuencias, acabando así por convertirse en otra mujer derrotada en Bahía Bodega.

     

    ¿No es ese el motivo por el que ahora, por primera vez, se hace visible la sombra Melanie en esta escena?

     



    •Melanie: Fine, thank you.

     

    Y, a su vez, Annie ocupa ahora el sillón en el que hace un momento estaba sentada Melanie.

     

    El intercambio de posiciones se ha consumado, por más que no resulte del todo evidente para el espectador, dada la diferencia del ángulo con el que ahora se muestra a Annie del anteriormente empleado para con Melanie.

     

    Lo que tiene dos efectos.

     

    El primero, evitar, en el plano de Annie, como ya les señalé antes, la presencia del disco al fondo. Y el segundo, visualizar la atenta escucha con la que ésta sigue la conversación telefónica.

     

    Es, digámoslo así, un plano de punto de vista auditivo de Annie.

     

     

     

     


    El goce perverso de Melanie


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    •Melanie: No, no trouble at all. I simply followed the road.


     

    ¿Dónde está el goce de Melanie? ¿Imaginando un futuro encuentro con Mitch o desplegándose ahora en el padecimiento de Annie -pues ven con que intensidad abre sus ojos cuando la mira?

     

    ¿Y no está el goce de Annie en el mismo lugar?

     

    Frente al punto de vista auditivo de Annie,

     


     

    el punto de vista visual de Melanie, a través de un plano subjetivo por el que contempla a la víctima de la conversación.

     

    Es pues mirando a Annie como Melanie dice con su voz más dulce:

     


    •Melanie: Well… there’s no need to apologize. I can understand.


     

    Sin duda, comprende perfectamente lo que ambos le están haciendo a Annie.

     

    Y, como ven, hay también raccord de mirada a posteriori.

     

     



     

    Well… there’s no need to apologize. I can understand.

     

    ¿No tiene nada de qué disculparse Mitch?

     

    Ciertamente, los tres están involucrados en el mismo juego sadomasoquista.

     

     

     


    Angry y hungry

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    •Melanie: That’s very kind of you. No, I’m not angry.

     

    Es por cierto notable lo cerca que en la lengua inglesa están las palabras enfadoangry– y hambre
    -hungry.

     

    Y debo recordarles que la envidia más primaria es la envidia hambrienta del niño pequeño que ve como se hermanito le arrebata el pecho materno.

     


    •Melanie: Well, I couldn’t. I have to get back to San Francisco.

     

    Melanie rechaza la nueva invitación, pero el modo en el que se aferra al cordón del teléfono indica que quiere quedarse -y ese cordón, a la vez, parece apresarla con tal profundidad que rodea visualmente su cuello -podría llegar a ahogarla.

     

    ¿Cómo no recordar que los pájaros han invadido ya los cables telefónicos de Bahia Bodega?

     


     


    •Melanie: No, I wouldn’t want to disappoint Cathy, but…


    •Melanie: I see.

     

    Melanie se sabe escuchada por aquella a la que la invitación que está recibiendo causa el más patente dolor.

     


     

    Melanie contempla -pues retorna su plano subjetivo- como Annie acusa su aceptación y esconde su mirada en un gesto de derrota.

     


    •Melanie: All right. Yes, I’ll be there.


     

    Sufrimiento y sometimiento, por parte de Annie -mientras que el humo que procede de su cigarrillo se hace visible sobre el fondo oscuro de la habitación, en una sugestiva metáfora de su eterno anhelo siempre defraudado.

     

    Ahora bien, díganme: ¿qué le ha dicho Mitch a Melanie para hacerla cambiar de opinión?


    •Melanie: No, I wouldn’t want to disappoint Cathy, but…


    •Melanie: I see.


    •Melanie: All right. Yes, I’ll be there.


     

    Aguardaremos hasta encontrar la respuesta.

     


    •Melanie: Good night, Mitch.




    •Melanie: He wants me to go to Cathy’s party tomorrow afternoon.


    •Melanie: I said I would.


     

    Perciben bien el punto de crueldad en Melanie -soy mucho más atractiva que tú, bonita, parece decirle a la otra con su actitud.

     



    •Annie: It should be fun.


     

    ¿Será divertido?

     


     

    Y ahí la tienen, a Melanie.

     

    ¿Dónde? Ocupando el lugar de la maestra de Bahia Bodega.

     

    Y recibiendo, ahí, la llamada de Mitch.

     


    •Annie: I’ll be there, too, to help.


    •Melanie: Oh, it seems so pointless.

     

     

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