5. Detrás de Vista

 

 

 

 

 

Jesús González Requena

Análisis de Textos Audiovisuales, 2019/2020

17/02/2020

Universidad Complutense de Madrid

de esta edición: gonzalezrequena.com, 2020

 


  • Un padre de la ley
  • Detrás de Vista
  • ?
  • La oscura escalera de Jeffrey 

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    Un padre de la ley


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    •Jeffrey: Do you have a Detective Williams still working here?

     

    Un curioso dibujo infantil ocupa el mostrador de la policía de Lumberton -uno un tanto semejante al del cartel de bienvenida a Twin Peaks que reaparecía constantemente en la cabecera de la serie-

     


     

    Como ven, las referencias a la infancia -a esa infancia que el protagonista está abandonando- son constantes.

     

    Lo que nos hace pensar de nuevo en El hombre de arena de Hoffman, cuya historia, como les decía el otro día, comienza con el Nathaniel niño para pasar luego a narrarnos el drama que estalla en su juventud.

     


    •Policía: Yes’ he’s up in room 221. Right up the stairs’ through that door.

    •Jeffrey: Thanks.


     

    Jeffrey avanza con la oreja en la mano.

     

    Una oreja que, en cierto modo, es su oreja, en la medida en que declara que hay una palabra -la del padre- que no puede escuchar.

     


    •Jeffrey: Detective Williams?



    •Detective: Yes?


    •Jeffrey: My name is Jeffrey Beaumont. I live near you. I believe you know my father Tom? Beaumont’s Hardware Store?

     

     

    ¿Por qué Jeffrey se presenta nombrando a su padre? Sin duda, porque el policía le conoce.

     

    Pero decir eso, en términos de análisis, es no decir nada.

     

    Pues es una decisión del narrador que esa amistad exista y, a su vez, el que esa amistad exista hace posible que ahora Jeffrey se presente nombrando a su padre.

     

    En suma, nada obliga que eso sea así.

     

    Es, pues, una decisión del cineasta, por cuyo sentido -ya saben ustedes: por su efecto, más que por su intención- es necesario preguntarse.

     

    El primer motivo es evidente: permite situar al policía en la misma generación que al padre, dado que, como decíamos el otro día, en cierto modo habrá de ocupar su lugar.

     

    Pero no es solo eso. Pues ello permite ahora ligar de nuevo, esta vez en el diálogo mismo, la enfermedad de su padre -la causa de su enmudecimiento- con la oreja cortada.

     


    •Williams: Sure I do.


    •Williams: I hear he’s in the hospital. How’s he doing?


    •Jeffrey: Well’ he’s OK’ I guess. I hope. They’re doing tests. That’s why I’m home from school.

     

    Y por cierto que, ante ese otro padre, Jeffrey se presenta como un casi huérfano.

     

    Escuchen con qué nitidez se conecta ahora en el diálogo, como les decía, eso que antes ha sido conectado en la narración:

     

    el enmudecimiento del padre y el encuentro de la oreja cortada.

     


    •Jeffrey: I was over at the hospital this morning and I coming home and in the field behind our neighborhood, there behind Vista,

     

     


    Detrás de Vista

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    •Jeffrey: I’ uh… found an ear.


     

    Les decía que es obligado trabajar, siempre que ello sea posible, con los diálogos originales, no con los doblados, pues en estos siempre se encontrarán inevitables distorsiones.

     

    Pero les diré más: ni siquiera deben fiarse de los diálogos originales subtítulados, pues muchas veces suprimen, para abreviar algunos elementos del diálogo que forman parte de la banda sonora.

     

    Aquí tienen un ejemplo. Si este era el diálogo tal y como consta en la banda sonora del film, el subtítulo inglés lo ha simplificado así:
    I was at the hospital this morning and I coming home through the field behind Vista…

     

    Perciben la diferencia. No se trata de un detalle sin importancia: pues el diálogo no solo dice que ha encontrado la oreja detrás de Vista, sino también que Vista es el nombre del barrio en el que los Beaumont y los Williams viven.

     

    Como ven, un nombre que le va bien al cartel de Lumberton,

     


     

    en tanto Vista, pantalla, que oculta cierto fondo oscuro que se encuentra detrás, dado que es detrás de nuestro barrio, detrás de Vista, donde Jeffrey ha encontrado la oreja.

     

     


     

    Y a la vez, por esa vía, la palabra detrás aparece dos veces –I was over at the hospital this morning and I coming home and in the field behind our neighborhood, there behind Vista

     

    De modo que la indagación de Jeffrey no tiene por objeto lo opuesto a su barrio, lo diferente a él, sino más concretamente lo que hay tras él, lo que él oculta.

     

    Y todo parece indicar que lo que decimos del barrio, lo podemos hacer extensible a su infancia entera.

     

    Y bien, la oreja cortada es el emblema de ese enigma para el que Jeffrey solicita respuesta de parte de ese otro padre que es el detective Williams.

     


    •Williams: You did? A human ear?


    •Jeffrey: Yeah. I thought I should bring it to you.

     

    Insisto: pone en manos de ese otro padre aún más autorizado pues, en tanto policía, más del lado de la ley, esa oreja enigmática que en cierto modo él es.

     

    ¿No les parece evidente que Jeffrey, al mismo tiempo que se ve impulsado por cierto deseo culpable -la muerte del padre, la sexualidad- busca una presencia fuerte de la ley capaz de contenerle por una parte y, por otra, de guiarle en su indagación en ese nuevo territorio que el acceso a la edad adulta abre ante él? Tal es, en suma, su disociación, que pronto habrá de traducirse, a su vez, en oposición existente entre esas dos figuras femeninas que le aguardan, Sandy y Dorothy.

     


    •Williams: Yeah’ that’s right. Let’s take a look at it.



    •Williams: Yes’ that’s a human ear’ all right.

     

    Ven, por otra parte, como se asocia la oreja cortada con Lumberton, pues si el nombre de la ciudad aparece arriba, en el centro de la pared del fondo, la oreja cortada lo hace abajo, igualmente en el centro del plano.

     


    •Williams: Let’s see what the coroner makes of it. Then I want you to show me exactly where you found it.


    •Jeffrey: All right.



     

     


    ?

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    •Dr: We’ll check the morgue records. I don’t recall anything coming in minus an ear.

     

    Lo que nos conduce al forense.

     

    En esta nueva escena resulta del todo patente como ese trozo de carne separado del cuerpo al que perteneció se constituye en el centro del enigma.

     

    Y es notable el fondo escogido para ella dentro de los muchos posibles.

     

    Todo él metálico y en eso totalmente opuesto al ser carne de la oreja, a la vez que sugiriendo el acto mismo del corte, que pasa necesariamente por la intervención de un objeto igualmente metálico.

     

    Y por cierto, ¿se dan cuenta de que la oreja tiene la forma de un signo de interrogación?

     


    Muy posiblemente, el componente icónico de este signo proceda, precisamente, de ahí.

     

    Pero qué lejos del orden de los signos está esta oreja cortada.

     

    Pues, como siempre en Lynch, cierto exceso orgánico la invade manifestándose ahora en esos pelos que han seguido creciendo de ella una vez que ha sido amputada.

     


    •Dr: The person may very well still be alive somewhere.


    •Jeffrey: What can you tell about the person from the ear?


    •Dr: Well, once the tests are done, quite a lot, ex, blood type, whether or not the ear came off a dead person.


    •Dr: Also, it looks like the ear was cut off with scissors.

     

    Parece que ha sido cortado con unas tijeras, dice el forense.

     

    Y, de inmediato, vemos y oímos- unas tijeras que cortan un precinto policial:

     


    •(sonido metálico de las tijeras cortando)

     

    Como les anticipé el otro día, estas tijeras cuyo sonido metálico oímos cortan la cinta policial que veda el acceso a un perímetro prohibido y lo hacen precisamente por la palabra no.

     

    Y es que de eso se trata precisamente en el trayecto de Jeffrey: de negar la prohibición y de acceder al espacio de lo prohibido.

     



     

    Do not cross.

     

    Ven con qué literalidad es enunciada la cuestión.

     


     

    ¿Y qué decir de este plano general que precede al primer fundido en negro del film?

     


     

    Pero no respondan a esta pregunta en el plano del sentido.

     

    Por el contrario, pospongan la cuestión de su sentido lo más posible y busquen primero con qué otra imagen ésta se haya conectada.

     

    Sin duda, es ésta:

     




     

    Como ven, el bloque inicial de la película queda enmarcado por la presencia en su comienzo y en su final de esa cuerda que separa y acota el terreno.

     

    Con ello, se establece una vez más la conexión entre el derrumbe-enmudecimiento del padre y el encuentro de la oreja cortada.

     

    Y todo invita, entonces, a poner en relación ambas casas:

     



     

    la casa de la infancia se ha vuelto pequeña, deteriorada, degradada…

     

    Y ya no hay césped alguno en torno a ella.

     

    Todo es maleza.

     


    La oscura escalera de Jeffrey

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    Fundido en negro.

     

    Pero lo notable es el modo de enlace con el plano siguiente:

     


     

    No en un fundido inverso, sino una puerta que se abre en una oscuridad tan absoluta que, antes de su apertura, era solo negro lo que se veía.

     

    Ciertamente, el mundo se ha vuelto extraño, densamente oscuro, para Jeffrey.

     

    Pero en todo caso, como ya les sugerí el primer día, no parece especialmente feliz el mundo familiar de Jeffrey.

     


     

    Y esa larga, desnuda y oscura escalera…

     

    La ubicación de su habitación, en lo alto de la larga escalera, no puede dejar de recordarnos a la habitación de la abuela en la que se refugiara Matt, el protagonista de The Grandmother, el mediometraje que Lynch había realizado en 1970.

     


     

    No me voy a detener ahora a hablarles de esta notable película, netamente vanguardista, de Lych.

     

    Solo presento estas imágenes como confirmación de hasta que punto el cinesta trabaja con los materiales de su infancia.

     



     

    Y abajo…

     

    la más fría de las madres, dirigiendo hacia él una mirada tan gélida como inquisitiva.

     

    ¿Y qué más? Es un hecho: ella viste de azul.

     

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