10. La presencia central del padre

Jesús González Requena
True Detective
Análisis de Textos Audiovisuales 2015/2016
sesiones del 23/05/2016
Universidad Complutense de Madrid
de esta edición: gonzalezrequena.com, 2017

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    En el centro: la memoria del padre

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    Al final del episodio tres la cámara se desplaza velozmente hacia adelante hasta descubrir la guarida de los criminales mientras las palabras de Cohle dirigidas a sus interrogadores suscitan la memoria del padre.

    Cohle: Man, that place– I never–

    Cohle: That day, it reminded me of my pop talking about ‘Nam

    Cohle: and the jungle thing.

    Estamos en el minuto 54 del capítulo tres.

    En el minuto 8 del capítulo cinco, se ve y oye esto otro:

    Hart: Now, Rust’s dad taught him bowhunting.

    Es digna de anotación la disposición simétrica de este fragmento con respecto al anterior del episodio tres: esta vez es la voz de Hart la que se escucha, y la cámara, en vez de avanzar en un veloz travelling, retrocede lentamente. Pero se mantiene presente la referencia a la selva y a la memoria del padre.

    Hart: You know, you had to track game till you got within maybe 30 yards of it.

    Hart: Now, this enabled us to discern the suspect’s path while sidestepping

    Marty: various anti-intruder devices they installed.

    Una arcaica puerta se abre ante el avance de los héroes suscitanto el eterno tema de la travesía del umbral que precede al acto esencial.


    Una vez más es suscitado el punto de vista de Hart, esta vez para confirmar la relevancia de esa suerte de puerta arcaica que acaba de ser atravesada.

    Insistamos en ello: casi al final del capítulo 3 y al poco del comienzo del capítulo 5 -es decir, en el centro del relato, dado que éste consta de ocho episodios- se vuelve a un mismo momento, el del pasado del suceso, pero con un diferente narrador. En el primer caso el narrador era Cohle, en el segundo Hart. Y en ambos, a la vez que se muestra la aproximación al enclave del crimen, se habla de alguien -el padre de Cohle- que no estuvo allí ni participó en el suceso, pero que, sin embargo, en cierto modo, digamos espiritualmente, estuvo allí y participó en ello.

    Y no menos notable es que, a propósito de él, se susciten dos momentos diferentes en el tiempo, es decir, dos tiempos diferentes de su vida. El primero, el tiempo en el que ese padre combatió en la guerra del Vietnam -episodio 3-:

    Cohle: That day, it reminded me of my pop talking about ‘Nam

    -un tiempo, por tanto, en el que Cohle no había nacido todavía.

    El segundo -episodio 5-, el tiempo en el que ese padre enseñaba a su hijo, niño o como mucho adolescente, las artes de la caza con arco:

    Marty: Now, Rust’s dad taught him bowhunting.

    Dos momentos diferentes de la vida del padre, pero, a la vez, un mismo momento, o al menos una misma época en la vida de Cohle, pues es de suponer que esas conversaciones en las que el padre le hablaba de su participación en la guerra del Vietnam debieron tener lugar en el mismo periodo en el que le enseñó la caza con arco.

    Y, por el camino, se dibuja el arco entero de la historia de Estados Unidos: desde el tiempo de los indios, cazadores con arco, al de la derrota nacional en Vietnam. -No pierdan de vista este dato: para los estadounidenses, la de Vietnam fue la primera derrota bélica de su historia.

    Pero dentro del periodo temporal que acotan estas dos escenas en las que volvemos a un mismo espacio -el del acto central, pues se encuentra en el centro del relato- en el instante que precede al acto mismo, con esos dos narradores diferentes, Cohle y Martin, en el interior de ese periodo temporal se incluyen otras dos menciones al padre de Cohle de las que vamos a ocuparnos en seguida.

    Pero antes de ello conviene reparar en el hecho de que esas cuatro menciones al padre de Cohle se concentran en el centro mismo del relato: lo que es otra manera de resaltar su importancia, su posición propiamente central.


    Un frío insoportable

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    Pero hay, además, otras dos menciones al padre de Cohle que se encuentran, por contra, en los extremos del relato.

    La primera, en el comienzo del segundo episodio

    Gilbough: Cohle ever talk about his parents?

    Marty: No. Little bit. About his dad. Alaska, ‘Nam.

    La última en el final del último episodio:

    Cohle: and I knew, I knew my daughter waited for me there. So clear.

    Cohle: I could feel her.

    Cohle: I could feel… I could feel a piece of my– my pop, too.

    En este final se habla del encuentro con la hija y el padre más allá de la muerte.

    Un encuentro que viene a suturar el desgarro de la relación con ambos: el de la pérdida de la hija en el accidente -de la que se informa en el episodio dos- y el de la separación del padre -que Cohle narra en el minuto 31 del capítulo cuatro.

    Marty: That it?

    Papania: You still angry

    Papania: at him, your pops?

    Cohle: No. He’s dead.

    Papania: You were, though.

    Papania: I mean, why you two didn’t talk.

    Cohle: We never really liked each other. There’s a difference.

    Cohle: He was in ‘Nam.

    De nuevo Vietnam.

    Cohle: Met my mother on leave in Galveston.

    El padre conoció a la madre en un permiso.

    Cohle: Time he came back, I was two.

    Dos años más tarde, cuando volvió de la guerra, la madre les abandonó a ambos.

    Cohle: She dumped me on him, then she hauled ass, and he and I moved to Alaska.

    De Vietnam a Alaska. Del calor de la selva al frío del Ártico -y de nuevo la historia entera de Estados Unidos: la compra de Alaska a los rusos en 1867 fue uno de los grandes hitos de crecimiento y afirmación de la nación, tanto como, ya saben, la derrota de Vietnam fue vivida como el comienzo del declive.

    Cohle: He was a survivalist, I guess you’d call it.

    Cohle: Had some very fucking strange ideas.

    La filiación se afirma en la evocación de estas ideas tan extrañas -tan extrañas como las del propio Cohle.

    Cohle: Oh, there’s nothing like the night sky

    Y la mención a ese cielo puro y limpio de Alaska comparece en el relato como la metáfora de la limpieza, de la pureza moral.

    Cohle: out there, though.

    Cohle: But I couldn’t handle the cold, so…

    Pero la contrapartida es un frío insoportable.

    Y ese frío insoportable suscita el fantasma de una madre en extremo fría -esa madre que le abandonó a los dos años.

    Por cierto, ¿con qué debemos asociar ese abandono a los dos años de la infancia de Cohle? –Met my mother on leave in Galveston. Time he came back, I was two. She dumped me on him, then she hauled ass, and he and I moved to Alaska.

    No hay duda (episodio 2):

    Cohle: I was married, Marty, for three years.

    Cohle: We had a baby girl. She died.

    Cohle: Car accident. She was two years old.

    Cohle fue abandonado por su madre cuando tenía dos años, como tenía dos años tenía su hija cuando murió.

    Y así el huerfanito que él fue y la hija de la misma edad que perdió se funden en uno en esa tierra de nadie que habita Cohle.

    Cohle: But I couldn’t handle the cold, so… I headed back to south Texas ’cause all I could remember

    Cohle: was at least it never got cold.

    De modo que en ese retorno de Texas hay un retorno a la tierra de la hija perdida: al calor que llegó a experimentar con ella y con el que trató de deshacerse del frío interior dejado por la madre que le había abandonado y que, probablemente, fuera el motivo de la difícil relación con el padre.

    Cohle: My old man always made like I let him down that way.

    Pero, por ello, el padre se sintió abandonado, decepcionado.

    Cohle: Said I had no loyalty.

    Y le acusó de desleal.

    La culpa en relación con la hija y con el padre, la herida que late en esa culpa: esos son los temas que, como les decía, resultan suturados en el final del relato.


    El padre de Cohle en el centro del relato

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    Pero bueno, ocupémonos ya de esas otras dos veces que se menciona al padre de Cohle en el centro del relato.

    En principio deberemos decir que son las decisivas, pues son las centrales, las que de manera más próxima acotan el acceso al acto central.

    Esta es la primera

    Papania: So you got a suspect,]

    Papania: and you take a leave of absence?

    Cohle: Yup. Like I said,

    Cohle: to see my pops.

    Cohle: Had leukemia.

    Esta es la segunda, directamente ligada con la primera:

    Gilbough: We looked at your old partner’s history.

    Papania: And coincidences

    Papania: keep mounting, Detective.

    Marty: Oh, coincidences like what?

    Gilbough: Well, I don’t know if it would qualify as coincidence, but,

    Gilbough: near as we could tell, his pops never had leukemia.

    El padre de Cohle, han averiguado los detectives, nunca tuvo leucemia.

    De modo que Cohle mintió. Y la gravedad de esa mentira parece extrema, pues concierne al invento de una falsa muerte del padre.

    Papania: No hospital records of that.

    Y la cosa llega más lejos:

    Gilbough: Fact, nobody in that town in Alaska’s

    Gilbough: seen Travis Cohle in more than 30 years.

    Nadie ha visto a Travis Cohle en más de treinta años.

    De modo que resulta evidente que el padre de Cohle murió antes de la época en la que éste sitúa ese viaje.

    Marty: That it?

    Papania: You still angry

    Papania: at him, your pops?

    Cohle: No.

    Cohle: He’s dead.

    Como pueden ver, justo entonces entra la otra escena de la que ya nos ocupáramos y en la que se hablaba del conflicto con el padre.

    De modo que Cohle miente a propósito de la muerte de su padre.

    Pero eso, al mismo tiempo, en otro plano, no es una mentira.

    En cierto modo, cuando Cohle se interna en la banda de los moteros criminales y, tras atravesar esa vorágine -que el cineasta describe así, en un agitadísimo plano secuencia que alcanza los diez minutos- accede a la escena central, está realizando un viaje al encuentro del padre.

    Pero no en Alaska, sino, digámoslo así, en Vietnam, la tierra donde el padre libró su propio combate.

    Está, pues, identificándose con él, poniendo en práctica lo que él le enseñó, siéndole leal.

    Y, por esa vía, tras atravesar la más atávica puerta -episodio cinco-:


    Enfrentarse al monstruo y salvar a una niña:


    Cohle: There were the twig sculptures



    El destinador, la tarea y el héroe

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    Y bien, es el momento de recapitular para sacar todas las conclusiones

    de esa decisiva presencia del padre en el centro del relato:

    Es, en primer lugar, el padre con el que se mantiene una deuda abierta: Cohle debió abandonarlo -como inevitablemente debía suceder, pero eso no invalida su deuda, sino que la proyecta hacia la siguiente generación.

    Quiero decir: Cohle paga la deuda contraída con el padre siendo leal a su ley y, así, protegiendo a los hijos de la generación que le sigue.

    Y lo hace por la vía de la identificación, pues del padre ha recibido el saber cualificante que le permite realizar su tarea.

    En suma: ese padre sólo dibujado al fondo está presente, sin embargo, como el destinador del sujeto del relato.

    En ese sentido, como les decía, su mentira con respecto al padre es un acto de lealtad hacia él.

    Y esa mentira, por otra parte, aparece directamente conectada con otra figura básica del relato clásico: para cumplir con la ley simbólica -esa ley recibida del padre- Cohle viola la ley jurídica realizando una serie de actos ilegales -roba de la comisaría la droga que utiliza para introducirse en la banda motera, se introduce en ella sin permiso alegando ir a visitar al padre moribundo…

    Nada manifiesta mejor esa conexión que la yuxtaposición directa que el film realiza entre esa mentira verdadera y el acto ilegal de la sustracción de la cocaína -episodio cuatro-:

    Papania: and you take a leave of absence?

    Cohle: Yup.

    Cohle: Like I said,

    Cohle: to see my pops.

    Cohle: Had leukemia.

    Vaya bola… vienen a decir los ojos del personaje.

    Cohle: Favre. Ahem. I get the evidence key from you?

    Y no solo la yuxtaposición de las dos escenas -pues a continuación vemos a Cohle robando la cocaína- sino también la conexión implícita en el diálogo, de nuevo por la vía de la yuxtaposición:

    Favre: Yeah. Heard you were taking time.

    Cohle: Thank you.

    Favre: Leaving tonight.

    Favre: Sign the log.

    Cohle: Yep.


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